En los primero meses del 2008 la revista “Gestión” publico en su portada una foto de Mark Zuckerberg. En el contenido de la revista venía un interesante artículo sobre éste joven que en aquel entonces tenía sólo 23 años pero que ya contaba con una cuenta bancaria que le valía su posición en la lista de Forbes.
Siempre he tenido especial interés por aquellas personas que han conseguido hacer una fortuna prácticamente de la nada, cuando la revista llego a mis manos no pude dejar de ir directo al artículo. Me impresiono (y yo creo que no sólo a mí) el cómo un joven pudiera tener esa idea que muchos buscan toda su vida, esa idea que crees será la que va a revolucionar al mundo. En últimas fechas se ha dado a conocer versiones que dicen que la idea fue “pirateada” a algunos compañeros, la verdad nunca se sabrá a ciencia cierta, lo cierto es que hoy, un joven que en Mayo de este año cumplirá 26 años cuenta con una organización exitosa y que a pesar de su juventud ha sabido llevar por buen camino.
Cuando uno es joven, muchas veces no sabemos exactamente lo que queremos, son pocos las personas que a esa edad ya tienen un plan de vida, si acaso estamos los que tenemos un sueño de lograr algo y nos queremos comer el mundo de un solo bocado. Del artículo de la revista rescato lo siguiente que quiero compartir con ustedes:
“Zuckerberg aún no había demostrado que su visión de Facebook, como una empresa que cambiaría el mundo, era algo más que una expresión de deseos”
Estaba claro que cuando Zuckerberg lanzo Facebook no se imagino que algún día llegaría a tener una página que fuera traducida en más de 70 idiomas y que contaría con más de 400 millones de usuarios. Lo importante del caso es que tuvo la visión de creer en su negocio y que no se dejo envolver por la tentación del dinero a la menor provocación, se sabe que en sus inicios rechazo varias ofertas de compra, entre las que más destacan, la oferta multimillonaria en el 2006 de Yahoo.
Visión, es algo de lo que carecemos los jóvenes, creemos que siempre tendremos la misma vitalidad para hacer todo lo que queramos, nos ponemos metas muy a corto plazo, queremos tener los millones de pesos y gastarlos a la menor provocación en pasivos en lugar de comprar activos que puedan servir como una inversión a futuro.
En el artículo mencionaba que Zuckerberg seguía conservando rasgos clásicos de un programador, llegando corriendo a la reunión media hora tarde, vestido con una camiseta, jeans y sandalias, una imagen que no va con un CEO de las grandes compañías pero que atendía un celular que no paraba de sonar. Tal vez sea una demostración de que hay que reinventar las cosas, romper los estándares tradicionales y no ponernos barreras, no debemos esperar que un gran negocio lo tendremos cuando seamos más maduros con altos conocimientos en diferentes ramos, es momento de arriesgarnos, ahora que somos jóvenes, tenemos menos responsabilidades y una perspectiva diferente del mundo, no debemos aceptar el “No se puede”.
Facebook sigue creciendo día a día en su número de usuario y Mark Zuckerberg sigue aumentando sus millones de dólares, pero sobre todo va adquiriendo madurez la cual no tenía al inicio y aún así logro juntar un equipo de personas que confiaban en él (lo cual ya es un reto bastante grande) y lograron consolidar un negocio que hoy es un referente en todo el mundo.
Gracias por leer estas líneas espero tus comentarios.